El alma máter de este foro Fernando Soler tras un caso que se le presenta preguntaba sobre la conveniencia del uso de lentes intraoculares específicas para «moteros» muy aficionados.
La duda la encontraba en el hecho de que en este tipo de conducción se precisa tener control visual sobre tres zonas básicas:
- La carretera y lo que tenemos delante.
- Lo que dejamos y también lo que puede venir por detrás (que objetivamos por los retrovisores).
- El panel de la motocicleta que nos da información sensible sobre velocidad, revoluciones, marcha en curso, temperatura, seguridad (estado de presión de neumáticos, activación de abs, etc…) esto último claro está, ofertado según los modelos.
Para la visión frontal directa y la trasera por los retrovisores precisamos de la visión lejana y para el panel de la visión que llamamos intermedia. La visión cercana no es especialmente importante en la conducción de estos vehículos.
Es importante que estos conductores presenten una visión lejana lo más óptima posible no solo en términos de agudeza visual sino también en visión de contraste, porque la más pronta detección de un objeto que suponga un peligro potencial puede significar evitar un fatal desenlace, sobre todo si se conduce a velocidad elevada. Además es importante una visión correcta no solo central sino también periférica ya que la detección de movimiento inesperado en nuestro campo visual lateral nos puede hacer maniobrar para evitar una colisión que en estos vehículos sin protección puede ser mortal.
Evidentemente lo ideal sería en estos casos disfrutar de emetropía pero ello no siempre es la norma. El uso de corrección óptica en gafa por ametropía o presbicia a veces requiere de una determinada posición para conseguir la mejor visión de determinadas distancias, lo que dificulta la mejor percepción de todas estas zonas en la conducción deportiva, siendo menos condicionante en conducción de paseo, en la que podemos mover la cabeza para optimizar dicha percepción al viajar a menos velocidad. También hay que tener en cuenta la adaptación pupilar en circunstancias como la salida de túneles o el deslumbramiento nocturno frontal.
Además también hay que tener en cuenta el hecho de que el uso de cascos sin visera hace que el flujo de aire frontal de lugar a alteración de la correcta humectación de la superficie ocular por aumento de la evaporación a pesar del uso concomitante de gafas, por lo que se recomienda el uso de visera y humectación adicional sobre todo si se activan las rendijas de ventilación de los cascos.
En pacientes muy aficionados al motociclismo candidatos a cirugía refractiva corneal hay que tener esto en cuenta y postquirúrgicamente diferir temporalmente la conducción y una vez iniciada recomendar el uso de visera y de humectación así como advertir de eventuales pérdidas de nitidez visual y posibles fenómenos fóticos sobre todo en conducción nocturna.
En pacientes con catarata o candidatos a cirugía facorefractiva que tengan una afición importante a esta actividad habrá que tenerla en cuenta a la hora de elegir la lente, siempre que ello no condicione el resto de su actividad personal.
Algunos miembros del foro opinan que el tipo de lente para esta actividad (Roberto Conde, Manel Dolcet) no es importante, otros (Antonio Tirado, Martín Caprioti) tienen buenos resultados con monovisión, trifocales o refractivas sectoriales.
Para los que no conocen esta adictiva afición empezaremos por comentar que existen diferentes configuraciones de motocicleta aunque simplificando se puede hablar de tres tipos:
- Las “custom” o de corte clásico, dentro de este grupo destacan las americanas (las más conocidas las «Harleys») y las japonesas. No suelen usarse para conducción deportiva pero sí para viajes largos:
- Las deportivas o «roadster», típicas de conducción deportiva y más típicas de trayectos cortos:
- Las «trail» o «enduro» con carácter mixto y válida para casi todo tipo de medios:
De los tres tipos hay varios formatos, según cilindrada, si tienen más “carrocería” llamada carenado, con maletas, tipo de transmisión etc…
En todas ellas hay SIEMPRE más distancia al panel (velocímetro etc) que a los retrovisores. El panel está siempre central y los retrovisores en los laterales.
CUSTOM
Básicamente la custom se pilota en actitud de paseo y erguido, lo que da mayor distancia al panel (60-80 cms), y los retrovisores suelen estar elevados y más cerca de la altura de la cabeza (40-50 cms).
ROADSTER / DEPORTIVAS
Las roadster se pilotan con espalda semiflexionada y tienen casi la misma distancia en velocidad media al panel (40 cms) que a los retrovisores (35-40 cms).
TRAIL / ENDURO
En la enduro o trail la posición es la mezcla de las dos anteriores, no tan erguido y relajado como la custom pero sin la semiflexión de espalda de la roadster. La distancia en estos casos al panel ronda los 60 cms y a los retrovisores unos 45 cms.
El implante de una lente en el caso de cirugía facorefractiva debe contemplar varios factores, destacando el estado refractivo previo (miope, hipermétrope, astigmatismo concomitante…), la superficie ocular y las actividades que realiza el paciente de rutina al margen de la conducción.
En grandes aficionados a esta actividad sin miopía previa una buena opción puede ser considerar una lente intraocular de rango extendido buscando emetropía o primer resultado hipermetrópico, al revés de lo habitual. Esto es porque nos interesa una agudeza visual muy optimizada para lejos e intermedia que es la que necesitamos en conducción y espejos (lejos) y panel (intermedia). Recordar que una fracción de segundo a gran velocidad en detectar un objeto puede ser determinante. El uso de lentes trifocales o refractivas sectoriales también puede ser una buena opción. La monovisión con leve residual miópico en ojo no dominante también puede ser considerado.
En el caso de miopía previa o de actividad cercana de rutina importante una buena opción puede ser el implante de una lente trifocal siendo exquisitos con la biometría para evitar sorpresas refractivas. El uso de lentes de rango extendido en estos casos de miopía previa puede originar insatisfacción en el resto de actividades.
Eso es importante porque el motorista en el caso de LIO de rango extendido no tiene que seleccionar la imagen corticalmente entre el espejo (infinito) y panel (60 cms) porque tienen el mismo manejo a nivel de procesamiento.
En el caso de trifocal ya sabemos que para la conducción y la visión del espejo utilizará el círculo de difusión de imagen lejana y para el panel utilizará corticalmente el de visión intermedia que por otro lado es suficiente ya que no se requiere gran agudeza visual en este caso (revoluciones, km/h…):
LIO | Distribución de la energía | ||
lejos | intermedia | cerca | |
FineVision | 50 | 18 | 32 |
AT LISA | 50 | 20 | 30 |
PanOptix | 50 | 25 | 25 |
Versario | 46 | 25 | 29 |
Atendiendo a la teoría es posible que el uso de lentes bifocales no sea el más adecuado en estos aficionados, porque la visión intermedia (panel) tiene en todas estas lentes un “valle” en todas las curvas de desenfoque, y son más susceptibles de fenómenos fóticos que pueden afectar la conducción, sobre todo nocturna.
Esperando haber aportado algo sobre el mundo de las motos y su posible manejo en nuestro campo me despido con un saludo afectuoso.
Aprovecho la ocasión para un chiste de un motero con Alzheimer:
AUTOR
Javier Rodríguez Martín MD, PhD, FEBO
Director Médico
Clínica Nivaria
Tenerife. Islas Canarias. España