Hoy es Domingo y es considerado un día de descanso. Me levanto temprano y camino hacia el buzón de mi comunidad donde me espera el correo, lugar a donde voy dos veces por semana.
Leyendo entre las cosas que recibo, como ofertas de comida (ahora que estoy de sobrepeso); que quieren cambiar las ventanas de la casa (no sé como se enteraron); que me ofrecen mejor seguro de auto; etc. veo que me llega una edición de MICA (Malpractice Insurance Company of Arizona) en la cual estoy inscrito. A ello sumo lo que antes había leído sobre el asunto, que el mercado del Seguro de Malpráctica esta cambiando.
Hace 15 años, médicos y hospitales tuvieron que enfrentar una crisis al tratar de conseguir y poder pagar un Seguro de Medical Professional Liability (de Malpráctica). Compañías grandes como la MIIX y la St. Paul habían elevado sus premiums y eventualmente dejado el mercado alrededor del 2003. En los últimos años, los veredictos de malpráctica médica comenzaron a subir, y en el 2017, hubieron trece en exceso de $25 millones, y treinta y seis en exceso de $10 millones de dólares. No solamente el monto promedio si no también el número de los veredictos altos han ido en aumento básicamente en los últimos 7 años.
Estos veredictos altos no impactan al médico directamente en forma individual necesariamente. Muchos juicios tienen varias entidades que se defienden y pagan un porcentaje del valor final. Una minoría de los grandes veredictos afectan a los médicos directamente, mayormente afectan hospitales, nursing homes, centros quirúrgicos, compañías farmacéuticas, o compañías manufactureras. Pero ha hecho que los abogados hayan notado el cambio en el comportamiento y pensar de los miembros de un Jurado.
Virtualmente todas las acciones contra los médicos son hechas basadas en “contingencia”, donde el abogado o firma de abogados colecta un pago solo si gana el juicio o llega a un arreglo monetario sin llegar a un juicio. Del pago estipulado, el abogado recibe 33-40% por los costos de la litigación más sus honorarios. Bajo este tipo de arreglo, el abogado debe evaluar cada caso en términos del valor final, costo del juicio y probabilidad de ganar, para decidir tomar el caso.
Muchos creen, y la evidencia sugiere, que el alto costo de enjuiciar ha disminuido el volumen de juicios y reclamos. En la actualidad existen dos desarrollos económicos que promocionan estas acciones llamadas contingency-based de los abogados, las financiadoras de litigaciones y los seguros de litigación. Las Financiadoras proveen el dinero a los abogados dándoles un capital en adelanto a cambio de un porcentaje de lo recuperado. En general es una compañía inversionista en el caso y no una compañía prestamista pues solo reciben ganancia si el caso es al final positivo para ellos. Solo en Phoenix, hay mas de 5 compañías de estas.
Por otro lado, las Aseguradoras de Litigación no dan un adelanto para juicios, pero aseguran que el costo de la litigación, hasta el límite de la póliza, será pagado si el juicio o el caso es perdido. Si el caso es arreglado por el enjuiciador o decidido no proseguir, no hay pago por parte de la compañía aseguradora y en estos casos el abogado es reembolsado por lo arreglado en pago. En el caso de haber perdido el juicio, los costos del juicio son recuperados y pagados por la compañía aseguradora.
Estos arreglos, más las noticias sobre médicos recetando de manera impropia, de problemas con la cirugía robótica, uso de cirugías no indicadas, y la responsabilidad de los médicos por las muertes por opioides y los continuos avisos de los abogados en la televisión buscando clientes, han cambiado el pensar de muchos pacientes y miembros de jurados.
Se habla de que por primera vez en años, las aseguradoras de Medical Professional Liability (MPL) están temerosas del creciente número de grandes veredictos, al aumento de la cantidad de dinero que demandan ahora los abogados para los pacientes en los casos de malpráctica, y lo severo que son las pérdidas para las compañías aseguradoras como resultado de ello.
Inclusive, una de las compañías, la Swiss Re Corporate Solutions ha indicado hace un mes que saldrá del mercado americano. Aparentemente el CEO de la compañía notó que los jurados esperan perfectos resultados de los procedimientos quirúrgicos, y cuando el paciente no obtiene estos, lo consideran como una injusticia al paciente, sin interesarles los pormenores del caso.
Más aún, hay abogados que se dedican ahora exclusivamente a los llamados High-Severity Claims.
Ya que las prácticas grandes son compradas por corporaciones, pues ahora los miembros del jurado ven los casos como resultado de «ventas» realizadas por estas corporaciones, de que las complicaciones son el resultado del sobre-trabajo ejercido a los médicos que trabajan para ellas dando como consecuencia resultados erróneos. Esto ha hecho que estos abogados no se fijen en el médico solamente para obtener retribución, si no en la Corporación, por lo que el pedido de compensación es muchísimo mayor.
Esto pues me ha dado mucho que pensar. Qué más cauteloso puedo ser en cirugía, como sé quien será el que viene a verme y es capaz de pensar que hice algo mal a propósito, examino pacientes mujeres siempre con una técnica presente, escribo más en la computadora que hablo con mi paciente, no se puede levantar la voz porque si no se es considerado rudo, ni llamar la atención al niño que coloca los pies en el asiento delante de la madre, pues es falta de consideración… hemos llegado a otra generación de práctica médica a la cual o me someto o decido dejarla.
Autor
Luis Washington Lu, M.D., FACS
Senior Staff Member, Eye Consultants of Arizona
Miembro del Foro Faco Elche
Honorary Professor of Ophthalmology, CH University School of Medicine
Preceptor, Arizona State University
Imagen de portada: Foto de EKATERINA BOLOVTSOVA en pexels.com